Mundo, 9 de diciembre de 2001 |
«La Alianza debe ir al Tribunal Penal Internacional»
SILVIA ROMAN
ZOYA AZADI / PORTAVOZ DEL COMITE DE EXTERIORES DE RAWAMADRID.- Sus ojos son grandes, su tez aceitunada y su cabello es un mar de ondas azabaches. Nació hace 25 años en Kabul. Pero nunca ha tenido que ocultar su bello rostro bajo la burka. A los 14 años, Zoya Azadi fue enviada por sus padres a un campo de refugiados de Pakistán, donde fue educada por las mujeres de RAWA, la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán a la que ahora dedica su vida, viajando por medio mundo para denunciar la situación de las mujeres de su país y encontrar apoyo financiero. Zoya Azadi se encuentra estos días en España, gracias a la ONG Paz Ahora, y con un mensaje especial de condolencias para la familia, amigos y compañeros del enviado especial de EL MUNDO Julio Fuentes. - ¿Qué palabras quiere hacer llegar sobre la muerte de Julio Fuentes?
- Cuando escuché la noticia del asesinato de Julio Fuentes sufrí un gran shock, porque pocos días antes de morir había estado con él en Pakistán, donde trabajo esporádicamente en los campos de refugiados. Mi organización, RAWA, y yo queremos dejar claro que hay una gran diferencia entre un grupo de criminales y el pueblo de Afganistán. Nos avergonzamos de este tipo de gente. Y podemos entender la pena que deben sentir sus más allegados, porque nosotros, la sufrimos continuamente.
- Cuando habla de «criminales», ¿habla sólo de los talibán?
- No. Hablo también de la Alianza del Norte. Para nosotros no hay diferencia. En la Alianza todo es hipocresía. Occidente nunca ha visto sus rostros sin la preciosa máscara de democracia que llevan. Si les despojas de esa máscara, su rostro es igual al de los talibán. La Alianza del Norte cometió los mismos crímenes cuando estaba en el poder. No podemos confiar en ellos nunca más. Sólo los queremos ver ante el Tribunal Penal Internacional.
- ¿Es pesimista sobre el futuro de Afganistán?
- Depende. Si, por ejemplo, el ex rey vuelve, la ONU envía una fuerza de paz y se desarma a todos los grupos armados de Afganistán (incluyendo la Alianza del Norte), la situación no cambiará radicalmente, pero sería un primer paso. Sin que se produzca ese desarme no se puede hablar de paz. Existe un peligro de guerra civil en Afganistán. No podemos olvidar cuando, con la Alianza, los padres tenían que vender a sus hijos porque no tenían nada..., por no hablar de los cubos llenos de ojos arrancados...
- ¿Su esperanza es por tanto el ex rey afgano Zahir Shah?
- El ideal, el Dios de RAWA no es el ex rey, pero, en este momento, al no existir una alternativa democrática, preferimos al rey y le apoyamos porque el pueblo lo quiere.
- ¿Cómo valora que la Universidad de Kabul haya vuelto a admitir a las afganas?
- Es un claro ejemplo de la hipocresía de la Alianza del Norte, como el poder ir sin burka... Cuando la Alianza gobernó, pocas mujeres iban sin burka porque si te veían por la calle y eras bonita, por la noche aporreaban la puerta de tu casa con un kalashnikov y te violaban. La mayoría se suicidaba. Por eso, el no poder ir a la Universidad o el tener que llevar burka no es el problema, sino la seguridad.
- ¿Se logrará esto con la presencia de mujeres en el Gobierno afgano?
- Ante todo, la mujer que esté en un Gobierno afgano debe representar el sufrimiento de las mujeres de Afganistán, y no haber estado viviendo años en Occidente.
- ¿Su sueño es regresar a Kabul?
- Por supuesto. Pero mientras seguiré educando a mujeres afganas, diciéndoles que ése no es su destino, que tienen opciones, derechos, y que pueden alcanzarlos.