Triple Jornada, |
Tahmeena Faryal, de RAWA
En Afganistán debe crearse una democracia laica que garantice las libertades de expresión, de creencias y los derechos de las mujeres
Camille T. Taiara
-- La Alianza del Norte, tan fundamentalista y violadora de derechos como el talibán
-- Una fuerza pacificadora de la ONU debe desarmar a todos los grupos armados
-- Demanda participación activa de las mujere en el proceso de paz y en el futuro gobiernoDesde su fundación en 1977, por una estudiante conocida simplemente como "Meena," asesinada diez años después por fundamentalistas en Quetta, Pakistán, las integrantes de la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA, por sus siglas en inglés), han debido trabajar en la clandestinidad ya que sobre cada una de ellas hay una sentencia de muerte. RAWA es la organización feminista más antigua de Afganistán y la única con una meta abiertamente política además de humanitaria-. Ahora, RAWA cuenta con dos mil miembras. Operan escuelas clandestinas para niñas y niños, además de proveer cuidado médico y generar proyectos para la autosuficiencia de mujeres en Afganistán, así como dentro de los campos de refugiados al otro lado de la frontera con Pakistán. También documentan abusos de derechos humanos contra las mujeres en su país, como la ejecución pública de una mujer por el crimen de "infidelidad" en un estadio de Kabul, el cual fue grabado por una miembra de RAWA con una cámara de vídeo escondida bajo su burqa. Igual que sus compañeras, Tahmeena Faryal -representante de RAWA, quien realizó una gira por Estados Unidos en noviembre, durante la cual se realizó esta entrevista- trabaja bajo un seudónimo. Nacida en Afganistán a mediados de los setenta, su vida entera ha sido marcada por la guerra y una represión atroz. Sin embargo, se considera de las más afortunadas: su familia escapó hacia Pakistán durante la invasión soviética, antes de que los fundamentalistas tomaran el poder. Ella calcula que solo el cinco por ciento de sus compatriotas en Afganistán saben leer y escribir. Pero, gracias a que su madre estuvo involucrada en RAWA, Faryal obtuvo una buena educación. Ahora Faryal sigue los pasos de su mamá. El retrato que pinta de su país es el de una nación atrapada en el fuego cruzado de intervenciones exteriores por más de dos décadas - intervenciones que dieron fuerza a un fundamentalismo salvaje que ha tomado a las mujeres como sus más graves víctimas-.
Triple Jornada - ¿Cuáles han sido los efectos de la política de la Guerra Fría sobre mujeres y niñas de Afganistán?
Tahmeena Faryal - Durante la Guerra Fría y la invasión soviética, las mujeres fueron las primeras y más fáciles víctimas. Y claro que cuando los fundamentalistas - quienes fueron creados y apoyados por los Estados Unidos, Irán, Arabia Saudita, Francia, y por otros países, indirectamente - tomaron el poder en 1992, sus primeras y principales víctimas fueron las mujeres. Hubieron muchos casos de violaciones, matrimonios forzados, secuestros de mujeres, y suicidio. Eso aparte de los tantos otros crímenes que cometieron contra la humanidad en Afganistán. Luego esos fundamentalistas fueron remplazados por el talibán, que vino de Pakistán. Tomaron control de la capitál en el '96. Bajo su mando las mujeres no tienen derecho a una educación ni a trabajar. No pueden salir de la casa sin estar acompañadas por un familiar hombre. Tienen que estar completamente cubiertas. El noventa por ciento de las mujeres en las ciudades sufren problemas psicológicos. Perdieron familiares durante la ocupación soviética, después hubo más pérdidas durante el regimen fundamentalista, a partir del '92 hasta el '96, y después más con el talibán. Somos testigos de un nivel de suicidios entre las mujeres, sobre todo en sus veintes, sin precedentes en Afganistán. Es la única forma de escape a la tragedia. Nunca en la historia de nuestro país tuvo la gente que vender a sus hijos, pero ahora los tienen que vender porque ya no les pueden dar de comer. Nunca antes en Afganistán la mujer tuvo que recurrir a la prostitución, pero hoy en día esa es su única opción para sobrevivir, aunque fueran doctoras ó maestras ó abogadas.
TJ - ¿Cuál era la situación de las mujeres antes de la invasión soviética?
TF - La situación de las mujeres empezó a mejorarse en los años 20's. El rey en esos tiempos [Zahir Shah] era bastante progresista y abierto. Tuvimos la primera escuela para mujeres en 1921, establecida por él y su esposa. A partir de ahí, las mujeres participaban activamente en la sociedad - particularmente en los '60's y '70's, cuando tuvimos mujeres ministras. Antes de 1992, el 40 por ciento de los doctores en los centros urbanos eran mujeres. Sesenta por ciento de los maestros eran mujeres. La universidad en Kabul tenía más estudiantes del sexo femenino que masculino. Claro que en las regiones rurales y hasta en algunas regiones urbanas, las mujeres en muchas formas no tenían ni derechos básicos. Fue por eso que se estableció RAWA. Sin embargo, antes del 92, la situación para las mujeres no era nada comparable con lo que se encuentra ahora.
TJ - ¿Cómo afecta la campaña estadunidense a las mujeres y niñas actualmente?
TF - Obviamente esto es otra tragedia más. Han habido bastantes mujeres y niños entre los centenares de las pérdidas civiles. Más de la mitad de los cientos de miles de refugiados que han llegado a Pakistán han sido mujeres y niños que enfrentan condiciónes miserables en ese país. Siete millones de personas en Afganistán morirán si no reciben ayuda humanitaria de urgencia. La gran mayoría de ellos serían mujeres y niños, quienes constituyen el 70, o quizás el 75 por ciento de la población. Todo les afecta más. Ahora ellos tienen que pagar el precio de los crímenes cometidos por Osama bin Laden y el talibán.
TJ - ¿Porqué no ofrece la Alianza del Norte una mejor opción para las mujeres de Afganistán?
TF - Porque cuando tuvieron el poder desde el '92 hasta el '96, se mostraron tan misóginos como el propio talibán. Hubo muchos casos de violación, matrimonios obligados, y secuestros de mujeres por los comandantes de la Alianza del Norte. Eso además de que destruyeron los valores morales y materiales de Afganistán. Destruyeron los hospitales, las escuelas, los museos. Realmente no dejaron nada que el talibán pudiera destruir.
TJ - Por un lado, RAWA busca la creación de una democracia laica, por el otro, también apoyan el regreso del rey …
TF - En este momento, el ex-rey presenta la única alternativa aceptable por la gran mayoría de la población. Pudiera ofrecer el primer paso para restablecer la infraestructura del país. A partir de ahí, quisieramos crear una democrácia secular, en la cual la libertad de expresión, la libertad de creencias, y los derechos de las mujeres y derechos humanos puedan ser garantizados. La gente no debería ser golpeada o encarcelada por su etnicidad, por el idioma que hablan, o por su religión. La conversión a una democrácia puede pasar en 20 años, puede pasar en 10 años, en cinco años. Obviamente lo quisieramos lograr lo más pronto posible. Pero dependerá de la situación política. Ahora el enfoque está en Afganistán, y varios países estan involucrados. Tienen intereses económicos y políticos en la región.
TJ - Como las vías de gas natural y de petróleo que las compañías occidentales de petróleo quieren instalar…
TF - Precisamente. Nosotras exigimos a todos estos países que Afganistán sea una nación independiente con valores democráticos. Desafortunadamente, muchos países esquivan el tema de la democrácia en Afganistán, como si el pueblo de Afganistán no quisiera ó no tuviera necesidad de democrácia.
TJ - ¿Cómo proponen estabilizar la situación en Afganistán y crear un gobierno provisional?
TF - La gente de Afganistán ya está aterrorizada de que la Alianza del Norte tome el poder una vez más, porque pasarán las mismas atrocidades y crímenes. Si realmente quieren parar las violaciones de derechos humanos y la miseria en Afganistán, lo primero que se debiera de hacer es imponer sanciones diplomáticas a los países que ahora proveen armas y apoyo económico al talibán tanto como a los diferentes grupos de la Alianza del Norte, para cortar el apoyo y las provisiones a los distintos grupos. Esos países incluyen a Pakistán, que aún tiene una relación diplomática con el talibán y también los proveen con otro tipo de apoyos. Irán, Rusia e India apoyan a la Alianza del Norte. Luego, todos los grupos armados deben de ser desarmados por una fuerza pacificadora de la ONU. Así se puede encaminar a unas elecciones democráticas en las que la propia gente pueda votar por sus líderes, sin un fusil en la cabeza.
TJ - ¿Cómo proponen asegurar que las voces de las mujeres formen parte de este proceso?
TF - Habrá una cumbre de mujeres afganas en diciembre. Esperamos que se produzca un fuerte mensaje en esa cumbre, para presionar a la ONU y los países involucrados actualmente para que no solamente las voces de las mujeres, sino que su participación activa forme parte del proceso de la paz y del futuro gobierno. Sin la participación de las mujeres, la sociedad no puede funcionar. Una de las razones por la cual Afganistán ha llegado a este punto ha sido por falta de participación de las mujeres dentro de esa sociedad. Si la mitad de la población del país es incapacitada solo por el hecho de ser mujeres, obviamente la otra mitad también sufrirá, particularmente los niños.
(En la fecha de esta entrevista -el 13 de noviembre- Faryal reportó que el pueblo afgano le tenía más miedo al posible regreso al poder de la Alianza del Norte que a las propias bombas que les caen encima. Poco después, la Alianza del Norte tomó Kabul. Hasta ahora, las mujeres de Rawa no han sido tomadas en cuenta en las pláticas del proceso de paz.)
*Periodista independiente basada en San Francisco, California. Trabaja como coordinadora editorial del San Francisco Bay Guardian y es integrante de la mesa directiva de Media Alliance.