Principales actividades de RAWA
En el transcurso de la ocupación soviética, RAWA distribuyó panfletos contra el invasor, convocó manifestaciones y huelgas en escuelas y universidades, puso en marcha escuelas y un hospital para personas refugiadas. Publicó y distruibuyó "Payam-e-Zan" (Mensaje de las mujeres) y facilitó a las mujeres su constribución a la resistencia, a pesar de la oposición de los fundamentalistas. Fue a causa de esas actividades que un buen puñado de activistas de la organización fueron arrestadas en Kabul, sometidas a terribles torturas y algunas permanecieron hasta 8 años en prisiones notablemente inhumanas. En esos tiempos fue cuando los agentes de la KHAD y sus cómplices fundamentalistas asesinaron en 1987 a la líder Meena, fundadora mártir de RAWA, así como a sus dos ayudantes. Tras la caída del gobierno títere, cuando bandas fundamentalistas ocuparon Kabul, RAWA se centró en la exigencia de los Derechos Humanos, haciendo hincapié en los derechos de las mujeres y desenmascarando las acciones bárbaras de los fundamentalistas.
Las principales actividades sociales de RAWA en este momento pueden resumirse como sigue:
1) En Pakistán:
A causa de sus principios contrarios al fundamentalismo, el trabajo social de RAWA entre las refugiadas afganas es una lucha a contracorriente. Pero a pesar de las numerosas dificultades, la organización mantiene contactos regulares con mujeres en diferentes campos de Pakistán y felizmente constata que los empeños fundamentalistas por destruir las comunicaciones han sido vanos e infructuosos. Aunque mientras un gran número de mujeres de campos de refugiados en Quetta y Peshawar se acercan a RAWA en busca de bienestar, ayuda y sostén, importantes problemas financieros restringen buena parte de las ayudas de la organización para proporcionar el necesario apoyo emocional.
Rehusando sucumbir a esos inconvenientes, RAWA está muy animada por las reacciones de las refugiadas y se esfuerza día a día en atraer el apoyo de organizaciones humanitarias para posibilitar asistir mejor a mujeres y niños. Desgraciadamente, debido a la falta de sufuiciente ayuda, la mayor parte de los proyectos educativos y sanitarios de RAWA todavía no se han hecho realidad.
No obstante, las actividades de la organización en Pakistán alcanzan ya varios terrenos:
Educación: RAWA se encarga de escuelas de primaria y secundaria para niños y niñas en el exilio, dirige algunos cursos de alfabetización para mujeres y provee de profesorado y material al alumnado, especialmente a aquellos centros sin vínculos con los fudamentalistas. RAWA ha establecido asimismo dos orfanatos, para chicos y chicas.
Atención sanitaria: RAWA posee equipos móviles sanitarios en Pakistán, activos sobre todo en campos de refugiados en Peshawar y Quetta. Sin embargo, el hospital de RAWA que ha estado prestando servidios en Quetta está bajo una situación límite debido a problemas financieros.
Derechos Humanos: RAWA difunde noticias y crónicas sobre asesinatos, lapidaciones, amputaciones, encarcelamientos, torturas, linchamientos, azotes, insultos y otras atroces barbaridades ejecutadas por los talibán y demás fundamentalistas contra grupos de Derechos Humanos, organizaciones afines y medios de comunicación. La asociación también incluye buena parte de esos relatos en su sitio web, además de plasmarlo en sus publicaciones en papel.
Cultura: RAWA edita cintas de audio con canciones de temática educativa y mensaje antifundamentalista. La organización también lleva a cabo representaciones y obras teatrales satíricas, convoca veladas poéticas y publica folletos y panfletos. Su publicación "Payam-e-Zan" -en pashtún, persa y urdu- está disponible tanto en la red como en edición impresa; el libro, "El Estallido de la burbuja del Gobierno Islámico en Afganistán" se distribuye en inglés.
Activismo: RAWA convoca varias manifestaciones y concentraciones fijas a lo largo del año y otras en ocasión de sucesos inesperados que requieren la inmediata y decidida respuesta de las mujeres. También organiza conferencias de prensa, distribuye notas de prensa, diversas declaraciones o circulares. Mantiene su web al día y la actualiza tanto con fotos y reportajes de Afganistán, como con material educativo. Para hacer públicos los crímenes fundamentalistas y despertar las conciencias ante la grave situación que sufre Afganistán, RAWA también participa en actos de organizaciones políticas pakistanís y de grupos en defensa de las mujeres. La asociación concede entrevistas a varios medios impresos y electrónicos, mostrando a algunos periodistas el país y los campos de refugiados en Pakistán o manteniendo contactos con otras entidades afganas o extranjeras.
RAWA también guía diferentes talleres, en los cuales las mujeres y chicas participantes reciben clases sobre el concepto de los derechos de las mujeres, la naturaleza del fundamentalismo y los objetivos de la asociación. Se les muestran las condiciones de las mujer bajo la norma fundamentalista, la urgencia de luchar contra la intolerancia religiosa, la necesidad de esforzarse en pro de los Derechos Humanos y las medidas mediante las cuales el problema afgano debe encontrar una rápida solución.
La organización asiste a las familias de las víctimas de los talibán y los yehadis. Muchas de esas familias poseen parientes encerrados en cárceles afganas o detenidos por la policia pakistaní en sus prisiones; RAWA las ayuda contactando con la policía y en algunos casos poveyéndoles de asistencia legal. La organización también presta apoyo a aquellas mujeres que son víctimas de torturas y malos tratos en manos de sus maridos o parientes políticos, facilitándoles cobijo y ayudándoles tanto cuanto resulta posible.
Generación de ingresos: RAWA pone en marcha y gestiona talleres de artesanía, alfombras y costura; también promueve la creación de pequeñas piscifactorías y granjas avícolas, produce conservas o mermeladas y tizas u otros bienes para su venta.
2) Dentro de Afganistán:
El trabajo de RAWA en el interior de Afganistán consiste básicamente en apoyar a las víctimas femeninas de la guerra y otras atrocidades cometidas por los bandos beligerantes. Las personas que trabajan en la asociación contactan con mujeres que han sido víctimas de los fundamentalistas o cuyas familias han sufrido su represión. RAWA pone de relieve sus luchas mediante reportajes publicados en la revista Mensaje de las Mujeres y alerta a los centinelas internacionales de los Derechos Humanos -como Amnistía Internacional y organizaciones similares- acerca de las conculcación de derechos que sufren las mujeres afganas. También suministra apoyo psicosocial, transporta a las víctimas hacia Pakistán para recibir tratamiento médico y envía a los hijos e hijas de las familias damnificadas a Pakistán para su rehabilitación y para tener más oportunidades de recibir educación. El grupo sigue la pista de mujeres desaparecidas y/o de miembros de su familia, asiste a familias en la evacuación de los campos de batalla o áreas afectadas por desastres naturalesy ayuda a reubicarlas en lugares seguros. Les suministra la manutención básica y facilita su integración. En casos extremos busca personas que 'apadrinen' a estas familias.
A pesar de las tareas arriba mencionadas, las actividades regulares de RAWA dentro de Afganistán se pueden resumir de la siguiente manera:
Activismo:Aunque las actividades dentro de Afganistán son clandestinas y muy restinguidas, debido a los prejuicios y el brutal comportamiento de los talibán, RAWA mantiene con éxito sus escuelas y cursos de literatura "a domicilio". Por ahora, dichas escuelas funcionan para niños y niñas e imparten cursos para mujeres adultas y jóvenes. Trabajar bajo la bota talibán es difícil y peligroso, así que RAWA está muy al tanto de encontrarse con las mujeres iletradas en sus propios domicilios, evitando así sospechas acerca de actividades ilegales. Además de escuelas y cursos de alfabetización, RAWA también guía células de mujeres jóvenes y adultas, donde debatir conceptos sobre los derechos de las mujeres, la urgencia de luchar contra el fundamentalismo y la necesidad de la educación. Estas células, convocadas una vez al mes, educan en la paricipación social, la democracia i las libertades civiles, así como infrorman a las mujeres acerca de los recursos a través de los cuales resolver el problema de la defensa de los derechos humanos en Afganistán.
Atención Sanitaria: RAWA dispone de unidades móviles de salud que prestan servicio en siete provincias afganas, tratando a aquellas mujeres que no pueden ir al médico a causa de problemas económicos o por temor a los talibán. Frecuentemente niños, niñas u hombres heridos también son tratados. En las áreas donde trabajan, los equipos móviles atienden regularmente cerca de tres niños por día. Además del tratamiento dispendado, los equipos también imparten clases de primeros auxilios a chicas y mujeres alfabetizadas. El año pasado se llevó a cabo con éxito un programa de vacunación contra la polio en las respectivas áreas.
Financiación: RAWA gestiona granjas avícolas, un proyecto de apicultura, talleres de alfombras, bordados y punto y también se encarga de unidades de artesanía y sastrería. Todos estos proyectos están bajo el control directo y supervisión de RAWA. Por otro lado, asiste a aquellas mujeres que desean llevar a cabo sus propios proyectos. Concediéncoles pequeños créditos, RAWA ayuda a muchas de esas mujeres -la mayoría de las cuales, viudas- a mantener a sus familias.
Planes para el futuro
1) RAWA desea crecer y concentrar sus actividades en la educación de las mujeres y niños; crear escuelas modernas y libres, asilos y cursos; publicar libros de texto además de cintas de video y audio sobre el conocimiento y la ciencia actuales para su libre distribución entre el alumnado; fundar bibliotecas, no sólo en las ciudades sino también en las áreas rurales por remotas que éstas sean.
2) Estos planes se han desarrollado gracias a la firme convicción que el conocimiento en sí mismo es una poderosa herramienta que puede levantar la conciencia de las mujeres acerca de sus propios derechos, su lugar en la sociedad y la problemática social y política de Afganistán. El conocimiento llevará consecuentemente a las mujeres a una mejor comprensión del merecido papel que dignamente debe jugar en cualquier esfera social.
3) RAWA desea iniciar cursos de informática para mujeres y chicas, enseñándoles las posibilidades de la red. Internet ha sido de gran ayuda para RAWA y a través de ella ha aprendido lo maravilloso de acceder a un mundo que es un universo en sí mismo. La Asociación anhela abrir la infromática a tantas mujeres como sea posible y así quizás romper el monopolio que el machismo ejerce en ese campo.
4) Además de incluir el inglés en el plan de estudios de todas las escuelas y cursos, RAWA quiere llevar ese idioma a todas las mujeres y niñas. Este aspecto será de gran ayuda para completar la enseñanza de informática: sin ambos ejes es difícil, si no imposible, encarar una vida civilizada en el siglo XXI.
5) RAWA ambiciona fundar numerosos cursos para mujeres, especialmente para viudas, enseñando oficios que permitan la plena integración honrosa en la sociedad.
También se estudia la posibilidad de publicar libros especiales y periódicos para mujeres, adolescentes y niños en las principales lenguas del país.
6) RAWA está concienciada sobre esas mujeres que viviendo en una sociedad cerrada mantienen preferencias por su mismo sexo y viven por ello una vida tortuosa debido a la opresión social y religiosa. Por ello, la Asociación publicará revistas donde los tabús puedan ser abiertamente tratados. En ese ámbito, las mujeres se podrán expresar libremente, albergando la esperanza que la sociedad gradualmente llegue a la conclusión que no se debe apartar a un numeroso colectivo por el único "pecado" de querer vivir en amor como hayan decidido.
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A pesar de la escasez de recursos, RAWA se esfuerza para proporcionar ayuda sanitaria a las mujeres en Afganistán y Pakistán. Todo y la escasez en el mercado de los servicios sanitarios de los mejores tiempos, los Taliban han prohibido para las mujeres buscar ayuda sanitaria en las pocas facilidades que todavía existen. Lo único que puede ofrecer RAWA es comparable a una gota en el océano todo y comparándolo con las necesidades más básicas de nuestras sufridas mujeres.
Para servir a miles de nuestras mujeres refugiadas y a sus hijos, RAWA fundó el Hospital Malalai en 1986 con varios departamentos y 25 camas. Restricciones financieras, al final, llevaron el hospital a cerrar.
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Afganistán sufre una de las peores tasas de alfabetización del mundo, según cáculos de la UNICEF que suponen el 3% y el 4% entre las mujeres y el 28% entre los hombres.
Los talibán son los campeones de la incultura y la mayor encarnación de la arrogancia ignorante. RAWA cree que a pesar de los múltiples impedimentos y magros recursos, uno de sus deberes es portar la antorcha de la alfabetización y el conocimiento ante las mujeres, desafiando a los talibán y otros iluminiados fundamentalistas rabiosos.
En 1987 RAWA organizó escuelas para niños y niñas refugiados impartiéndoles conocimentos básicos y compartiendo aquellos pensamientos modernos que los fundamentalistas les niegan. Pero es doloroso constatar cómo esas escuelas están el el umbral de su clausura a causa de nuestros graves problemas financieros.
de ingresos |
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Unas cuantas mujeres realizando trabajos en un taller guiado por RAWA. El número de mujeres que han perdido el sustento económico que representaban sus maridos en manos de los criminales fundamentalistas pueden contabilizarse a razón de cientos de miles. Malviven bajo las crecientes condiciones restrictivas de los talibán. Desgraciadamente a causa de la falta de recursos, RAWA sólo puede proveer apoyo a apenas un puñado de ellas.
Como asociación feminista que lucha por la libertad, la democracia y los derechos de las mujeres con una posición claramente antifundamentalista, RAWA no recibe apoyo económico de gobiernos, de la ONU ni de ninguna ONG que trabaje para Afganistán. Por tanto, las aportaciones económicas que recibimos de colaboradoras y colaboradores alrededor del mundo representan la mayor parte de nuestros recursos. Estos se complementan con las cuotas que pagan las socias y simpatizantes de dentro y fuera de Afganistán. También generamos algún ingreso mediante la venta de alfombras y otros trabajos manuales realizados en nuestros talleres. Asimismo, nuestras publicaciones, casetes y carteles contribuyen a nuestras limitadas posibilidades, que cada vez son menores debido a nuestras crecientes necesidades. Ésta es la causa que nos obliga a publicar nuestro boletín sin la regularidad deseada. Otras actividades de RAWA, como la organización de seminarios y conferencias, y la convocatoria de manifestaciones y actos de presión a favor de nuestros derechos, se ven entorpecidas por esta falta de recursos. Creemos que la intensidad y el impacto del activismo de las mujeres de Afganistán en su lucha por la democracia y contra el fundamentalismo se extendería y sería más tangible si no estuviéramos en un callejón sin salida financiero. |
Luchar contra el fundamentalismo de los Talibanes y los Jehadi además de sus cabecillas en el extranjero. Establecer la libertad, democracia, paz y los derechos de las mujeres Afganesas. Establecer un gobierno elegido y laico basado en valores democráticos. Unificar todos los amantes de la libertad y los partidos democráticos para luchar contra todos aquellos que colaboran con los fundamentalistas. Luchar contra todos los traidores que quieren desintegrar Afganistán causando guerras étnicas i religiosas. Lanzar proyectos educacionales, cuidados sanitarios y proyectos que generen riqueza tanto dentro como fuera del país. Apoyar todos los movimientos a favor de la libertad en todo el mundo. |