Testimonio directo de la realidad de la mujer talibana
Un miembro de la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán fue recibida ayer por la presidenta del Consell
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| Assumpta Gorrias y Pilar Costa escuchan el testimonio de Behjat, de espaldas por razones de seguridad. Foto: K.T. |
Con mucho secretismo y discreción Behjat, una joven de 22 años que actualmente se encuentra trabajando en la comisión de Asuntos Exteriores e Información de la RAWA, la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán en la clandestinidad, concedió ayer una rueda de prensa posterior a la reunión mantenida con la presidenta del Consell, Pilar Costa, en la que explicó la labor del colectivo al que representa.
En la rueda de prensa, presentada por Pilar Costa, y en la que los reporteros gráficos no pudieron realizarle fotografías de su rostro por motivos de seguridad, también estuvieron presentes la directora general de Cooperació del Govern, Assumpta Gorrias, y la responsable insular del Fons Pitiús de Cooperació, Fina Darder, quienes también acompañaron a la joven en la conferencia que impartió ayer por la tarde en el salón de plenos del Consell enmarcada dentro del ciclo de conferencias «Altres veus, altres realitats».
Behjat y su familia, amenazada de muerte en Afganistán por sus ideas progresistas por el régimen de los talibanes, conocido por su represión y la violación de los derechos humanos sobre todo con las mujeres, se encuentra exiliada en Pakistán, y actualmente, como miembro de la comisión de Asuntos Exteriores y de Información de la RAWA, está de gira por Europa participando en numerosos actos públicos y conferencias denunciando la situación de la mujer afgana.
Agradecida por la acogida y el recibimiento hecho en el Govern, el primero que la invita oficialmente, Behjat habló de la importancia de la cooperación internacional para mejorar la situación en su país, donde no existe la sanidad y la mujer no tiene derecho a la educación, «debido al régimen político basado en una mentalidad fundamentalista y misógina, y en la que nuestro feminismo tiene un sentido muy básico y diferente al occidental, persiguiendo únicamente la consecución de los derechos humanos. El derecho a ser y tener igualdad de posiciones que los hombres dentro de nuestra sociedad».