Comunicado de la RAWA sobre algunos señores de la guerra de segundo orden que han sido separados del gobierno por Karzai.


¡Karzai, no tenga miedo!
¡Apunte a los tiburones, y no a los peces pequeños!


Justo un año después de colaborar completamente con los fundamentalistas, besarlos y alabarlos, parece que Karzai ha llegado a la conclusión de que el deseo de estos traidores de infligir sus "emiratos" a nuestro pueblo es mucho mayor que su deseo de obedecer al gobierno central. Sin embargo, en lugar de matar a los tiburones apunta a los hijos, y en lugar de despedir a los "emires" criminales despide a sus agentes de segundo nivel.

¿Qué valor tiene el despido del jefe de la policía o de aduanas de esta provincia, o aquellas, cuando los creadores y defensores en el "emirato" y sus provincias continúan la crueldad y opresión de nuestro pueblo, saquean las riquezas de nuestra nación y perpetran traición a la patria?

Un año después de la formación de su nuevo gobierno, Karzai no logra la estabilidad de su gobierno ni siquiera con la presencia de fuerzas extranjeras, ni tampoco logra una promisoria y esperanzadora disminución del terrorismo o de las actividades criminales de los Jihadis. Es la daga de sus propios errores la que lo está golpeando. Ha envalentonado más aún a estos criminales alabándolos y dando puestos a sus hijos, hermanos y agentes en el gobierno. Además de llamar a Ahmad Shah Masood un héroe nacional, y a Fahim "Mariscal", pensó , sobre todo en la Loya Jirga, que si decía como un buen chico "bien hecho" y "bravo" a los graves, groseros, amenazadores, insultantes discursos de Sayyaf, Qanoni, Khalili, Rabbani, Mohsan y sus agentes, y cedía ante sus comentarios e incluso los imitaba, comenzando sus discursos con "Asalaam-o-Ulaikum" y "Rahamatullah Wa…" y la inclusión de versos del Corán, podría arreglarse con los perros rabiosos. Mientras la experiencia muestra, como hemos dicho una y otra vez, que los Jihadis criminales no cambiarán su naturaleza así como los leopardos no cambian sus manchas. La experiencia también demuestra que aquellos que se beneficiaron de la colaboración y el "trabajo y compromiso" de Karzai con los enemigos de nuestro pueblo no fueron ni los fundamentalistas, ni Karzai ni sus defensores. Utilizando su oportunidad y la mano que les tendió Karzai, estos criminales clavaron aún más las garras del pillaje y la opresión en nuestra nación, y ahora pueden volverse en contra de él. Por supuesto que los patrocinadores extranjeros de Karzai participaron en la liberación de estos criminales contra nuestro pueblo. ¿O acaso no fue el Secretario de Defensa de EE.UU., Donald Rumsfeld, el que después de su reunión con el señor de la guerra Ismail Khan lo definió como "una persona llamativa, pensativa, moderada y segura de sí misma", cuando la asociación Human Rights Watch lo llamó con simplicidad un "enemigo de los derechos humanos en el Oeste de Afganistán" y afirmó que fueron Irán y EE.UU. los que le dieron esa posición.

¡Señor Karzai, si la canción de un artista iraní puede hacerlo llorar, las cicatrices dejadas por los crímenes de los fundamentalistas que lo rodean, que se encuentran en el cuerpo y el alma de la gente de Kabul y otras ciudades, debe forzarlo a verter lágrimas de sangre y nunca liberarlos a dichos fundamentalistas a ningún precio, sin tener en cuenta todos los crímenes de los que son responsables! Incluso si algún día apunta directamente a los tiburones, el trabajo no estará terminado. No sólo debe sacar a los criminales de sus "emiratos" y meterlos en la cárcel. También debe quitarles el dinero y las riquezas que han acopiado durante 20 años. Y todos deberán enfrentar el castigo por los crímenes que cometieron. Se hará una lista negra con sus nombres y deben tomarse todas las medidas necesarias para impedir que escapen del país. Y todos los países deben ser advertidos de que bajo ninguna excusa se debe dar asilo a estos terroristas, más canallas que Omar u Osama. Debería pedirse a todo el mundo que presentase sus quejas contra las injusticias, robos y otros crímenes de estos "emires", "mariscales" y "generales" a una comisión autorizada que incluyese personalidades internacionalmente reconocidas como Mary Robinson.

Señor Karzai, está completamente equivocado si cree que crear un ejército nacional cambiará la situación. Todos saben que ahora mismo los señores de la guerra han colocado a sus pistoleros en el ejército y que todos los altos mandos están en su poder.

Mientras estos criminales sigan al mando, los gobiernos extranjeros no atenderán los pedidos de dinero que hace nuestro pueblo para la reconstrucción de Afganistán. Muchas ONGs no pueden dar ayuda eficaz a la gente fuera de Kabul a causa de serias amenazas de seguridad y obstáculos de los señores de la guerra, que no tienen ninguna sensibilidad ante la trágica situación de nuestro pueblo.

El sol de la democracia y la libertad sólo brillará en los horizontes de nuestro país devastado y empapado de sangre si la sombra de los verdugos fundamentalistas se elimina de una vez y para siempre.

Karzai, no tenga miedo. La situación es tal que incluso si los fascistas religiosos se unen con el "hermano Hekmatyar" no podrán hacer nada. Lo importante es que usted se concentre ya mismo en la lucha contra estos fundamentalistas, en lugar de perseguir a los peces pequeños mientras se viste para agradar a los tiburones. Así cumplirá una tarea práctica y real en la reconstrucción de nuestra tierra destrozada y de la seguridad de nuestra unidad nacional.


Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA)
23 de noviembre de 2002






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