Canal Solidario, 9 de diciembre de 2000


"Lucharemos Hasta Conseguir la Libertad y la Democracia en Afganistán"



El régimen instaurado por los talibanes en todo Afganistán significa la continua violación de los derechos humanos de la población afgana. Las más afectadas son las mujeres, a las que se han recortado numerosos derechos básicos y no tienen oportunidad de participar en la construcción de su país. Pero en la clandestinidad existe una organización de carácter político que trabaja para instaurar la democracia: RAWA (Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán). Canal Solidario ha podido hablar con su portavoz, una joven a la que llamaremos Behjat para proteger su identidad ante posibles represalias.


¿En qué consiste el trabajo de RAWA?

RAWA es una organización formada por mujeres, y donde los hombres sólo participan como miembros, que empezó a trabajar a favor de los derechos de las mujeres en 1977. Más tarde vinieron la invasión soviética y la instauración del régimen talibán, contra los que también ha luchado y lucha. Yo, por mi parte, trabajo en el comité de Asuntos Exteriores. Entré a formar parte de RAW cuando tenía 17 años hasta llegar aquí. Ahora viajo por todo Pakistán, los países europeos y Estados Unidos para informar de nuestra situación.

En todo este trabajo, ¿cuenta RAWA con la colaboración de otras organizaciones opuestas al régimen talibán?

La verdad es que existen otros grupos de mujeres, aunque ninguno de carácter político como RAWA. El problema es que estas mujeres, que también se oponen a los talibanes, apoyan al resto de grupos extremistas. Por este motivo nosotras sólo colaboramos con estas entidades en la elaboración de publicaciones, porque nuestros ideales son muy diferentes y RAWA piensa que hay que erradicar los fundamentalismos para restablecer los derechos de las mujeres.

En cuestión de derechos humanos las mujeres son las más castigadas, ¿no?

Por supuesto. Las mujeres están muy afectadas por las restricciones, un ejemplo es la forma de vestir, con todo el cuerpo cubierto, y el velo sobre el pelo y la cara. Pero los hombres también sufren una situación similar, los talibanes les obligan a llevar una barba larga y a vestir al estilo tradicional, además de rezar cinco veces al día en las mezquitas. Si un hombre está en la calle a la hora de la oración recibe una paliza, da lo mismo que tenga 70 años, e incluso puede ir a prisión. Hay muchas cosas prohibidas como escuchar determinado tipo de música o ver determinado canal de televisión, aunque los mismos talibanes lo miren y escuchen.

Pero aún así, los hombres tienen más facilidades para acceder a algunos servicios como la educación o la sanidad...

Sí. Las mujeres no pueden ser tratadas en los hospitales porque no les puede tocar ningún hombre y hasta ahora no había mujeres ejerciendo la medicina. Si una mujer enferma, o va a Pakistán o se muere. Aunque últimamente los talibanes han permitido que algunas mujeres ejerzan de doctoras, no por la población, sino porque ellos también tienen mujeres e hijas.

¿RAWA lleva a cabo alguna actuación en el campo sanitario?

Sí. En 1980 se fundó un hospital en Pakistán pero se cerró unos años más tarde por problemas en el financiamiento, aunque ahora se está pensando en volverlo a abrir. De momento, tenemos unos equipos de salud móviles, tanto en Afganistán como en Pakistán, pero todo es clandestino.

La calidad de estas unidades móviles es muy básica y sólo trabajan un doctor y una o dos enfermeras, que han de ir siempre acompañadas por guardaespaldas masculinos, que son familiares cercanos que las protegen porque este tipo de actividades no las permite el régimen talibán. Además, algunas asociaciones hindúes han creado un servicio de salud pública, aprobado por el régimen talibán.

La situación será parecida en el campo de la educación, ¿verdad?

Sí. Desde que los talibanes subieron al poder en 1996 las mujeres han salido de las escuelas, institutos y universidades. Además, es muy difícil establecer un número sobre el total de población afgana que estudia porque no se sabe ni el número total de personas que vive en el país. En 1992, por ejemplo, un 40% de las mujeres eran doctoras y un 60% profesoras. También sé que un 5% de las mujeres estudiaban, pero no sé decir si esta cifra se refiere a antes o después de la llegada de los talibanes al poder, aunque igualmente es muy baja. Por otro lado, el problema de la educación también afecta a los hombres, porque el nivel de los centros educativos es muy bajo y no se estudian asignaturas relacionadas con la ciencia porque van contra su fe islámica.

¿Es posible que los mismos talibanes hayan creado escuelas para formar a futuros miembros seguidores de su régimen?

No estoy segura de si en Afganistán los talibanes han llegado a crear este tipo de escuelas pero es seguro que en Pakistán sí las hay, lo que es una garantía para ellos, ya que les asegura una segunda generación de talibanes.

Porque la primera generación de talibanes era reducida cuando llegó a Afganistán. ¿Cómo un grupo de personas no muy numerosos puede establecer su régimen en el país? Según Naciones Unidas, ahora hay unos 50.000 talibanes en Afganistán y las razones que da sobre su llegada al poder se basan sobre todo en que poseen armas y cuentan con el apoyo de otros gobiernos, como los de Pakistán y los Emiratos Árabes.

Hablando de Naciones Unidas, ¿qué papel juega en esta situación la comunidad internacional?

El problema de Naciones Unidas es que no cree en una solución sin la eliminación de los fundamentalistas y abogan por un acuerdo entre los fundamentalistas afganos, por eso no envían ayuda al país, además de porque no sienten simpatía por Afganistán. Por eso creemos que es muy importante establecer la democracia, para que el resto de países crean en Afganistán. La democracia es prioritaria pero Naciones Unidas nunca habla de ella y trata a nuestro país como si fuera de otro planeta, como si no fuera posible establecer la democracia en Afganistán.

En cuanto al papel de España en esta situación, sólo decir que vende armamento a Pakistán, donde se encuentran los proveedores del régimen talibán.

Aún así, ¿RAWA continuará su lucha?

Hasta conseguir lo que pretendemos, que no es otra cosa que un país con un gobierno laico, la libertad, el cumplimiento de los derechos humanos, la libertad de la mujer y la democracia. Una democracia donde se defiendan los derechos de pensamiento, información y expresión.

Más información:

En la web de Rawa: http://www.rawa.org

Canal Solidario
Imagen de una mujer ataviada con el burka / Rawa.



http://www.canalsolidario.com/html/pieza_central.asp?op=entrevista&articulo=0000001195




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